Este verano he ido a la playa de Cambrils con mi padre. Allí me bañé en la piscina del apartamento y en el mar. Como el agua del mar estaba congelada, yo me salía enseguida a tomar el sol pero no me di crema y casi me quemo.
Un día quise llegar nadando hasta la boya amarilla pero el socorrista me vio y me dijo que no se puede nadar más lejos de la boya amarilla porque la corriente te mete hacia dentro sin darte cuenta. Seguí su consejo y no fui más allá de la boya amarilla.
Un día quise llegar nadando hasta la boya amarilla pero el socorrista me vio y me dijo que no se puede nadar más lejos de la boya amarilla porque la corriente te mete hacia dentro sin darte cuenta. Seguí su consejo y no fui más allá de la boya amarilla.
Arturo Grávalos
¿Te has cansado de nadar hasta la boya?
ResponderEliminarMuy chula la historia aunque un poco corta.
Linda historia!!!
ResponderEliminarEs verdad que no se puede nadar más allá de la boya amarilla y muy bien hecho. Has seguido su consejo y no te ha pasado nada.
ResponderEliminarJejejejeje Arturoo molaa la historiaa
ResponderEliminarMarta
!Qué chula te ha quedado!
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo.
Bueno te dejo un beso.
Me gustaria nadar hasta la boya.
ResponderEliminarLara